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Mis padres me bautizaron con el nombre de Maria, el mismo que llevó mi hermana durante 4 meses antes de morir diez años antes de mi venida al mundo.
La vida y la muerte han estado ligadas a mi historia desde mi nacimiento, como a la de todos.
La desgracia y el dolor fueron la cuna sobre la que me mecían desde mi más tierna infancia, en una danza entre la vida y la muerte en la que se me ocultó durante años la existencia de mi hermana.
Su descubrimiento y la coincidencia del nombre desencadenaron en mi, a partes iguales, una tristeza inmensa y una conexión con la muerte como nunca antes había sentido.
Empecé a sentirme ansiosa y temerosa ante la muerte e inicié un camino de búsqueda de respuestas sobre como el dolor puede anular el recuerdo de una persona, al menos públicamente.
Quizás sin saberlo esa fue la semilla de mi determinación para materializar mi proyecto.
Amaratxe nace con la ilusión y el deseo de poder acompañar a personas que deseen que los recuerdos de sus seres queridos o de ellas mismas, se conviertan en hermosas historias que rememorar, que compartir, espacios y momentos donde revivir el amor compartido.
Quizás de eso se trata la vida, de explicar historias de las personas que amamos para que sean eternas.
Y aquí estaremos para acompañaros a construir el relato de las historias de vuestras vidas y de vuestros seres queridos.